Estas Cazuelitas de Huevo con Patata y Queso son un cena perfecta para variar de la clásica tortilla de patatas. El trio huevo, patata y queso es una combinación ganadora lo mires por donde lo mires y si encima le añades cebolla que queda como caramelizadita, ¡pues ya ni te cuento! Es un plato sencillo, fácil, con muy pocos ingredientes y que gusta a mayores y pequeños. Simplemente perfecto, y más aún si te digo que es una de las recetas de mi abuela.
Y es que estas Cazuelitas de Huevo con Patata y Queso son una receta que me remonta a mi infancia, cuando le preguntábamos a mi abuela «qué vamos a comer hoy?» y ella respondía «Cassoletes». “Cassoleta” significa cazuelita en catalán, pero el plato consistía en huevos al horno con patatas y queso servidos en cazuelitas de barro (las clásicas que también se usan para crema catalana). No tengo cazuelitas como las suyas (ni su mano), pero sí el recuerdo de como hacerlas. ¡La clave es freír bien las patatas primero y que no falte queso! Y luego ya solo queda morir de placer al comerlas. Porqué tengas cazuelitas o no, el huevo con patata y queso es una combinación bestial.
Algunas Notas Sobre Los Ingredientes para Estas Cazuelitas de Huevo con Patata y Queso
Esta receta solo requiere de 4 ingredientes principales (sal y aceite para mi son esenciales y no los cuento :P), y uno de ellos es incluso opcional si no te gusta.
- Patata: es lo que da consistencia al plato y hoy van fritas. Más abajo te he dejado explicado qué tipo de patata recomiendo.
- Huevo: intenta que sean frescos y de gallinas felices que coman bien, porqué como mejor coman, mejor sabrá el huevo y en platos así donde el huevo no queda nada disimulado si su sabor es bueno, el resultado es sublime.
- Queso: suelo usar una mezcla de Cheddar «joven» (no curado) que derrite bien con Gruyère, que le da ese toque un poco más fuerte de queso pero sin dominar. Mi abuela solía usar exclusivamente Emmental, que quedaba como el queso de los clásicos macarrones gratinados :P. Puedes usar el queso que más te guste, pero si puedes intenta comprarlo en bloque y rallarlo en casa para asegurarte de que no lleva ingredientes raros ni féculas que no permiten que el queso funda bien.
- Cebolla: el ingrediente de la discordia (como en el caso de la tortilla de patatas). En casa siempre ha sido con cebolla, porqué además el toque dulzón que aporta contrasta genial con el queso, pero si no te gusta la puedes omitir.
Consejos y Trucos para Conseguir el Punto de la Yema Perfecto
Si te gusta la yema hecha, aquí no hay truco más que dejar los huevos cociéndose en el horno durante más tiempo, pero… Si como a mi te gusta la yema líquida aquí van un par de consejos:
- Asegúrate de poner el huevo, en particular la yema, encima de la patata, sin tocar la base del recipiente. Si lo pones directamente tocando la superficie, la yema se va a cocinar por la parte inferior en un pis pas, ya que el recipiente va a coger mucha temperatura en el horno en comparación con la patata.
- Puedes poner la clara del huevo únicamente y reservar la yema para el final. Esto te asegura cero riesgos y además si eres de los que odia la clara poco hecha, este truco permite que la cocines bien antes de añadir la yema. Personalmente recurro a este truco cuando o bien tengo invitados con los que no quiero jugármela, o bien si uso huevos muy grandes que tienen mucha clara. En este segundo caso, si usas cazuelitas pequeñas la clara queda muy concentrada en el centro y puede ocurrir que el queso se haya derretido, que la yema esté en su punto y que la clara aún no esté hecha.
Algunas Preguntas Frecuentes
¿Qué tipo de patata uso?
Hay tantas variedades de patata que elegir la mejor en cada caso parece una odisea. Según la proporción entre el agua, la fécula (o almidón) y los azúcares que tengan, quedarán mejores para unos casos u otros. En este caso recomiendo Kennebec, y mejor que sea patata nueva (encuentro que las viejas se desintegran un poco).
Como alternativa también puedes usar la Monalisa, que es una patata con una proporción de almidón y agua bastante equilibrada lo que la hace súper versátil y que no se deshaga con facilidad. Podrías usar incluso la agria, que es perfecta para freír.
¿Puedo preparar las cazuelitas con antelación?
Puedes preparar la patata y la cebolla algunas horas antes y dejarlas escurriendo a temperatura ambiente, pero no te recomendaría de un día para otro. Con el tiempo la patata pierde su crujiente pero este se recupera un poco al ponerla al horno.
Más Recetas con Huevo para Triunfar
Vídeo Receta
La receta detallada en formato imprimible la tienes justo debajo.
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Cazuelitas de Huevo con Patata y Queso
Ingredientes
- 2 huevos
- 600 g de patatas - peladas, cortadas en cuartos y laminadas
- 1 cebolla mediana - cortada en juliana
- 40 g de queso cheddar semi curado - rallado
- 40 g de gruyère - rallado
- 300 ml de aceite de oliva - aprox. Suficiente para casi cubrir la cebolla y patata.
- 1 cdta de sal
Instrucciones
- Calienta el aceite de oliva en una sartén grande a fuego medio.
- Cuando el aceite esté caliente, añade la cebolla con las patatas. Baja el fuego a medio-bajo y fríe de 15 a 20 minutos removiendo de vez en cuando. Las patatas en este punto estarán como pochadas pero no tostadas.
- Sube el fuego a medio-alto y fríe las patatas 10-15 min más para que queden un poco tostaditas y crujientes. Tiene que quedar entre cocinadas y fritas.
- Escurre el exceso de aceite (yo las pongo en un colador encima de un bol y dejo que el aceite gotee durante unos 5 minutos) y sazona con sal. Guarda el aceite para otro uso.
- Precalienta el horno a 200ºC. Pon las patatas y la cebolla en una fuente o sartén apta para horno o repártelas entre 2 cazuelitas. Si las pones en recipientes individuales, haz un hueco en el centro de cada uno sin que se vea el fondo (siempre tiene que haber patata debajo del huevo). Si las pones en un único recipiente, haz un par de huecos.
- Pon un huevo en cada hueco y espolvorea el queso por encima de las patatas.
- Hornea durante 10-15 minutos en el centro del horno hasta que el queso se haya derretido y según te guste el punto de la yema. Si la prefieres líquida, con 10 minutos debería de ser suficiente (ver notas).
- Sirve inmediatamente, rompe el huevo y mézclalo con las patatas y el queso y ¡a disfrutar!
Notas
- Opción para asegurarte de que la yema queda líquida: separa la clara de la yema y añade solo la clara al principio. La yema la puedes añadir durante los últimos 5 minutos o directamente cuando saques los huevos del horno. Esto te asegura cero riesgos y además si eres de los que odia la clara poco hecha, este truco permite que la cocines bien antes de añadir la yema. Personalmente recurro a este truco cuando o bien tengo invitados con los que no quiero jugármela, o bien si uso huevos muy grandes que tienen mucha clara. En este segundo caso, si usas cazuelitas pequeñas la clara queda muy concentrada en el centro y puede ocurrir que el queso se haya derretido, que la yema esté en su punto y que la clara aún no esté hecha.
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